2020年8月14日金曜日

MONEDAS INDIAS DE LA EDAD MEDIA (IX)


Por diferentes motivos, identificar y datar monedas indias antiguas constituye un gran desafío para coleccionistas y estudiosos de la numismática. Muchas veces hablamos de monedas sin inscripción y, si la tienen, se trata por lo general de lenguas con las que estamos poco a nada familiarizados como el sánscrito o el prácrito. De forma similar a lo ocurrido en occidente durante la Antigüedad y la Edad Media, las monedas indias fueron extensamente imitadas durante siglos, de tal forma que los diseños utilizados (en muchos casos con un grado de abstracción considerable) pueden repetirse fácilmente en diferentes zonas y periodos.

Máxima extensión de los territorios bajo la Dinastía Pallava,
alrededor del siglo VII (fuente: wikipedia)


Afortunadamente, vivimos en la era de internet, lo cual significa entre otras cosas un acceso ilimitado a gran cantidad de información. Normalmente prefiero encontrar esta información en catálogos o manuales especializados pero en el caso de hoy no me ha quedado más remedio que fiarlo casi todo a la web. Finalmente, creo poder confirmar que esta pieza que hoy comparto está ligada a una de las dinastías más influyentes del sur de la India durante la Edad Media: los Pallavas.

La Dinastía Pallava, cuyo origen sigue suscitando intensos debates entre los historiadores indios, se comenzó a establecer en la zona que hoy comprende los estados de Andhra Pradesh y Tamil Nadu a finales del siglo III al calor de la decadencia de otra dinastía, la Satavahana, que hace poco tuvimos el placer de estudiar aquí. Fijaron su capital en Kanchipuram y, durante mucho tiempo se vieron abocados a permanecer en conflicto con potencias vecinas por la hegemonía en la región, como los Chalukya (enlace) en el norte, o los Chola y Pandya en el sur. 

De todos estos reinos seguramente el Pallava fue el que más influencia exterior consiguió durante la segunda mitad del primer milenio de nuestra era. Desde su puerto de Mamallapuram (actualmente Mahabalipuram) en el Golfo de Bengala desarrolló un fluido comercio con reinos como Funan, Angkor o Champa en el Sureste Asiático, alcanzando numerosas islas del archipiélago indonesio.  Al mismo tiempo patrocinó la arquitectura dravídica mediante la construcción de impresionantes templos hinduistas como el Templo de la Orilla en Mahabalipuram o Kailasanathar en Kanchi. En el terreno cultural, se potenció el uso del idioma tamil y un sistema de escritura que derivó posteriormente en la escritura grantha, origen de muchos de los sistemas utilizados en el Sureste Asiático. Una muestra de esta influencia en Asia Oriental se encuentra en el hecho de que el reino Pallava estableció relaciones diplomáticas con la China de la dinastía Tang.

Anverso del kasu de cobre con imagen de toro a la
izquierda bajo una media luna

Sería tentador pensar que la pieza de hoy fue acuñada durante la era de esplendor de la dinastía Pallava, allá por los siglos VII-VIII d.C. pero no es así, ya que todo apunta que se trata de una moneda bastante posterior. Los continuos enfrentamientos con sus vecinos no impidieron prosperar a este reino, pero le sometieron a un lento desgaste, de tal forma que a finales del siglo IX sucumbió ante el empuje de la dinastía Chola, verdadera potencia emergente de la India meridional que relevó a los Pallava en su expansión comercial y cultural hacia el Sureste Asiático. Aún así, la dinastía Pallava pudo mantenerse como fedataria de los Chola hasta que uno de sus líderes, de nombre Kopperunchinga, logró hacerse con el control de la región de Sendamangalam en Tamil Nadu alrededor de 1216 tras la invasión del reino Chola por parte de otro vecino emergente: el reino Pandya.

Reverso del kasu de cobre con imagen de rey en pie,
copia del diseño de la numismática chola

Hablamos por tanto de un kasu de cobre del siglo XIII, de 14 mm. de diámetro y 2,92 grs. de peso con un interesante diseño que resume dos de las grandes influencias que este reino Pallava renacido sin duda tuvo que recibir. Por un lado, el toro del anverso está íntimamente ligado a la religión y mitología hinduistas, como puede comprobarse en la deidad Nandi, guardián y vehículo del dios Shiva. El reverso por su parte refleja un diseño copiado de la numismática Chola, que no es otro que el del rey en pie popularmente conocido como hombre-pulpo, ya que la túnica o pañería de la figura humana provoca un efecto visual de varias extremidades o tentáculos.
El original: anverso de moneda chola
con imagen de rey en pie

Pese a la indudable habilidad del rey Kopperunchinga, que supo aprovechar la descomposición del imperio Chola y establecer y consolidar su propio reino en una parte del actual estado de Tamil Nadu, su dinastía no pudo ir más allá de su sucesor, que en 1279 fue derrotado por los ejércitos del reino Pandya. En aquel momento, sin embargo, comenzaba una época en la que el norte de India recuperaba su peso e influencia en el subcontinente a través del sultanato de Delhi, lo que a la postre eclipsaría los constantes conflictos por la hegemonía en el sur. Pero esto ya es otra historia… y otro tipo de monedas.

Keay, J. India: A History Harper Press, London 2000

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